Justo Ilarraz deberá prestar declaración indagatoria por
presuntas violaciones a seminaristas.
Justo Ilarraz. Está acusado de abusar de chicos de entre 12
y 15 años.
PARANÁ. CORRESPONSAL -
El sacerdote Justo Ilarraz, denunciado por presuntas
violaciones a seminaristas a los que tuvo a su cargo entre 1984 y 1992 en el
Seminario de Paraná, finalmente deberá prestar declaración indagatoria. Así lo
resolvió ayer el juez de Instrucción Alejandro Grippo, al rechazar el pedido de
prescripción formulado por la defensa del sacerdote, que además solicitó la
nulidad de las actuaciones que se tramitan en el Juzgado de Instrucción Número
3 de Paraná.
El argumento de su defensor, Raúl Fornerón, fue que debían
considerarse prescriptos los delitos atribuidos a Ilarraz debido al tiempo
transcurrido. Pero el juez lo rechazó.
Si bien no está definida la fecha en que el sacerdote deberá
declarar en la causa –-caratulada "Ilarraz, Justo José, promoción a la
corrupción agravada"--, se descuenta que será en breve.
La resolución del juez Grippo se conoció siete meses después
de que los damnificados denunciaran lo sucedido ante la Justicia. Con sus
declaraciones no sólo se constituyeron en querellantes. También ratificaron lo
publicado por el semanario Análisis, que el 12 de septiembre del año pasado
reveló la conducta de Ilarraz mientras fue prefecto del Seminario Menor de
Paraná.
Entre otras cosas, la publicación detalló que el cura se
metía en la cama de algunos seminaristas y que los masturbaba. La gravedad de
los hechos motivó que varios de los damnificados recién pudieran revelárselo a
sus familiares después de declarar ante la Justicia.
Fue el caso de S.D, el primer querellante en la causa, quien
para hablar con Clarín en septiembre pasado pidió que se mantuviera su
identidad en reserva. "Cuando pasabas a la habitación del
cura uno sabía que ahí él se bañaba con sus amigos, que los acariciba y que les
tocaba los genitales", dijo a este diario el ex seminarista.
Su vocación sacerdotal se frustró tras un campamento en
Córdoba, en el que recibió insinuaciones por parte de Ilarraz. "Algunos compañeros fueron abusados y se
niegan a hablar, supongo que por vergüenza", detalló entonces S.D,
para quien todo aquello "era algo que las autoridades de la
Iglesia lo sabían".
Antes de dejar el Seminario también declaró en un sumario
interno dispuesto por el entonces arzobispo de Paraná, monseñor Estanislao
Karlic. Luego de eso, el prelado envió a Ilarraz al Vaticano, pero no lo
denunció ante la Justicia.
A través de una resolución secreta, Karlic prohibió en 1996
que Ilarraz regresara a Paraná y tomara contacto con seminaristas. Por eso el
cura se fue a una parroquia en la localidad tucumana de Concepción, la que
abandonó tras la denuncia judicial.
Fte: Clarin
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