Motivado por un mensaje privado que me hiciera llegar un
“amigo” de la red social “Facebook”, me animo a escribir algunas líneas que
respectan a la condición de miembro de la masonería de un intelectual muy
querido por una amplia mayoría de nacionalistas y peronistas: Arturo Martín
Jauretche. Esa petición privada me sugería de qué fuente había sacado yo que el
aludido pensador era integrante de la orden cuyo inspirador y jefe de derecho
es Satán, de acuerdo a Monseñor Meurín. Pues bien, desde un rol que creo
imparcial,trataré de mechar algunos apuntes y datos que me permiten concluir
que, en efecto, Jauretche fue masón.
Tres
fuentes tengo para semejante afirmación. La primera es la de la imagen que
tiempo atrás publiqué en mi muro de “Facebook”, en donde se lee con suma
claridad que “Arturo M. Jauretche, 32 años, argentino, soltero, abogado,
domiciliado en la calle Florida 470, Capital Federal” se había iniciado en
la“Augusta y Respetable Logia “Bernardino Rivadavia” 2ª del Valle de la Capital
(Federal)”. Si Jauretche, pues, había nacido en 1901, su iniciación masónica
correspondió al año 1933, seguramente en su peor año político, y esto debido a
su participación en la fallida revolución radical de Paso de los Libres,
provincia de Corrientes (29 de diciembre de 1933), donde después de las
acciones fue encarcelado. (Ver también http://www.masoneria-argentina.org.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=93&Itemid=38)
Por otra
parte, curiosa es su animadversión hacia la masonería en buena parte de las
obras que escribió, las cuales todas fueron redactadas con posterioridad a su
iniciación en la masonería. Recordemos, sino, que editó su primera publicación
en 1934: El Paso de los Libres, prologada por el luego antirrevisionista y
antiperonista Jorge Luis Borges.
Con mayor
precisión, la Revista Ñ en su edición del 10 de octubre de 2011, explica que Arturo
Jauretche ingresó a la Internacional en el mes de junio de 1933, de acuerdo a
lo que publicó en ese mes y año el boletín oficial de la Gran Logia Argentina
de Libres y Aceptados Masones, la misma que funciona actualmente en la calle
Juan Perón 1242, Buenos Aires. Y, dentro de dicho boletín oficial, la mención
de Jauretche figura en la Circular de Propuestas Nº 359. Hay otro dato más que
es preciso seguir indagando, como por ejemplo, que en la Circular de Propuestas
Nº 356 figura como iniciado en la masonería el genial Homero Manzi (Manzione),
hombre de FORJA (Fuerza de Orientación Radical para la Joven Argentina) y
estupendo compositor de piezas de tango.
La segunda
fuente es coincidente con la primera. En sus últimos años de vida, Arturo
Jauretche trabó amistad con el periodista y socialista Rogelio García Luppo, el
cual sostuvo que al entrevistarlo en 1974, pocos meses antes de su
fallecimiento y en momentos en que era director de EUDEBA, Jauretche le
manifestó que tanto él como otros colaboradores suyos próximos “entramos (a la
orden) con la idea de que podíamos estar políticamente protegidos dentro de la
Masonería”. [1] O sea, que para García Luppo la introducción masónica del
hombre nacido en el pueblo bonaerense de Lincoln se relacionaba con su afán de
encontrar u obtener una “protección política”, lo que a la vista de la
coincidencia de la iniciación y el fracaso de Paso de los Libres, seguramente
así fue. Esta postura de Jauretche al entrar a formar parte de la masonería,
parece coincidir con lo que dijera el cura Aníbal Atilio Röttjer en su conocida
obra La Masonería en la Argentina y en el Mundo, página 85 (Editorial Nuevo
Orden):
“Porque el masón tiene una doble personalidad. La primera es
la que se manifiesta a través de los rituales, las revistas, las reuniones y
los calendarios masónicos: es lo exterior, lo popular, lo exotérico; la segunda
comprende lo interior, lo filosófico, lo esotérico, que es el centro real y
alma de la Orden,esencialmente irreligiosa, anárquica y subversiva. La externa
predica la tolerancia, el liberalismo en religión y el humanitarismo; allí
afluyen la multitud de masones atraídos por las ventajas comerciales o sociales
que les procura su afiliación, sirviendo a su vez a la institución como figuras
decorativas por su riqueza o influencia…”.
Por
último, y como tercera fuente para el sostenimiento de que Jauretche ha sido
masón, me referiré a un episodio que dejé anotado en mis papeles. Lo
transcribiré literalmente porque vale la pena:
“Patricio Maguire fue un experto estudioso de la Masonería.
Uno de los que lo motivó a su estudio fue el Ministro de Salud peronista Ramón
Carrillo, católico ejemplar y estadista olvidado. Maguire dejó escritos
inéditos que, poco antes de morir,donó a la Biblioteca Popular “Adolfo Saldías”
del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”.
“Esos escritos se componen de voluminosos tres tomos, uno de
los cuales contenía antecedentes masónicos de Arturo Jauretche. En la parte
donde Maguire había escrito sobre Jauretche y la masonería, esa hoja estaba
misteriosamente arrancada y hecha desaparecer… Eso lo corroboré la noche del
martes 14 de diciembre de 2010 estando en la Biblioteca “Adolfo Saldías” junto
al bibliotecario Sandro Olaza Pallero, Juan Manuel Cardoso y un hombre de
apellido Lambruschini”.
En esos
imperdibles escritos inéditos de Maguire, que pueden consultarse en el referido
sitio, hay también datos que unen a Mariquita Sánchez de Thompson con la
masonería, antecedentes ocultos de Lenin en el mismo sentido y también
cuantiosas investigaciones y documentos sobre la teosofía y demás sociedades
secretas. Nadie, a esta altura, puede negar la capacidad investigadora de
Patricio Maguire sobre la temática, y el hecho de que supiera que Arturo
Jauretche había sido miembro masón.
Para no
herir susceptibilidades, quiero agregar que he leído las obras de Jauretche y
que las mismas me parecieron muy esclarecedoras. Nadie duda que él ha entendido
cuestiones nacionales que todavía hoy pocos pueden dilucidar, lo mismo de su
lucha en pos de las dos causas nacionales más extraordinarias del siglo XX: el
yrigoyenismo y el peronismo. Ello no impide, sin embargo, que no tenga que
mencionar que Arturo Jauretche se inició en una sociedad secreta que, a la
vista de los episodios históricos y los documentos indagados, ha contribuido de
manera notable a la pauperización de nuestro devenir como nación soberana.
Por Federal Neto del 20
[1] El nombre exacto de la logia masónica donde se inició
Jauretche es Augusta y Respetable Logia "Bernardino Rivadavia 2ª" Nº
364, fundada el 1º de diciembre de 1932 en la ciudad de Buenos Aires, más
preciso en el barrio porteño de Boedo. Allí también estuvo Gabriel del Mazo.
Fte: Agencia Informativa Ciriaco Cuitiño
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Interesante este artículo. Sobre la afiliación masónica de Jauretche ya había leído -hace muchos años- el artículo de Maguire en su revista Masonería.
ResponderEliminarEstá claro, sin embargo, que el móvil que lleva a dn. Arturo a afiliarse es puramente utilitarista y de protección personal, de cobijarse en una organización poderosa en las que sus miembros se protejen mutuamente y promueven, de "cuidar el pellejo" ante lo que podría sobrevenir si fallaba la intentona revolucionaria de Paso de los Libres. No había en él razones de principios ideológicos o doctrinales o convicciones que lo llevaran a buscar la pertenencia a la masonería. Algo así como hoy está tan extendida entre algunas personas que buscan cierto ascenso y roce social, el de pertenecer al Club de Leones y al Rotary, les da "chapa" y status, les abre algunas puertas, pero ni idea tienen -quienes se enrrolan en esos "clubes"- qué hay en sus cúspides o qué principios filosóficos lo informan, ni qué visión del hombre y del mundo tienen sus altos directivos. Dn. Arturo hasta se burló de la masonería, de los leones, rotarianos y de los masones en algunas de sus obras con frases hirientes. No era un masón de espíritu, fue solamente un masón material ocasional y aprovechado. No empalidece su lucha por la causa nacional y cristiana este hecho anecdótico.
Emanuel
Al autor de esta nota le rogaría que se comunique conmigo vía e-mail. Hay algo que deseo preguntarle.
Aquí mi correo: la__verdad@hotmail.com