![]() |
Los miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales iraquíes toman
sus posiciones durante los enfrentamientos con el Estado islámico vinculado a
Al Qaeda de Irak y el Levante (ISIL) en la ciudad de Ramadi 19 de junio 2014.
(Reuters)
|
La captura de Mosul y Tikrit, y el ataque a Irak por combatientes
extranjeros no es un resultado del fracaso de la política estadounidense. Los
ataques son realmente la implementación y continuación de la política
estadounidense en Medio Oriente.
Existe una gran cantidad de mensajes engañosos enviados desde
Washington sobre la situación en Irak. Esto se hace directamente por la
administración Obama a través de declaraciones por parte de funcionarios
estadounidenses y de la propagación de informes difundidos por la cadena global
medios corporativos de confianza del gobierno federal estadounidense.
Desarticulando la falsa imagen de Washington sobre Irak
Hay cinco argumentaciones del gobierno estadounidense y los medios
corporativos que deben ser impugnadas. En primer lugar, el ataque a Irak por el
Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), que es más apropiadamente llamado
Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL), no es casual.
Las brigadas del ISIS/ISIL no aparecieron de la nada. Estos
combatientes extranjeros han sido entrenados, financiados y armados por
Washington y sus aliados.
Es cierto que el ISIL ha aprovechado la debilidad general de las
estructuras políticas y la corrupción del gobierno iraquí. Este punto, sin
embargo, está siendo utilizado para encubrir cómo Washington ha alimentado
tanto a ISIL como a la corrupción en Bagdad.
Mujeres chiíes Raqi gritan consignas de apoyo al ejército iraquí en
Basora, al sureste de Bagdad, 19 de junio 2014. (Reuters / Essam Al-Sudani)
En segundo lugar, el gobierno estadounidense y sus aliados no se oponen
categóricamente al ataque del ISIL en Irak. Ingeniaron el ascenso del ISIL por
múltiples formas al mantener a Irak débil, promoviendo el sectarismo, y
fomentando directamente su desarrollo. De hecho, la incursión del ISIL a Irak
puede ser comprendida como una invasión manipulada por Estados Unidos.
En tercer lugar, Washington está tratando de hacer que parezca que está
cooperando con Teherán para estabilizar Irak. Aunque cierto nivel de
cooperación o discusión no puede ser totalmente descartado, se ha de hacer
hincapié en que a Washington y Tel Aviv les gustaría ver a Irak utilizado para
desestabilizar a Irán. Al hacer hincapié y publicidad en que está cooperando
con Irán, el gobierno estadounidense quiere ocultar el papel de Estados Unidos
en la desestabilización de Irak como un medio para desestabilizar a Irán, Siria
y la región en general.
Por otra parte, militares y funcionarios iraníes han rechazado las
afirmaciones de cooperación de Washington como falsas. De hecho, los
funcionarios iraníes han calificado al ISIL como los protegidos de Estados
Unidos e Israel, y el presidente de Irán, Rouhani, ha desestimado
diplomáticamente el concepto de cooperación.
En cuarto lugar, Estados Unidos se encuentra descontento con el
gobierno federal de Irak en Bagdad y el resultado de las elecciones
parlamentarias iraquíes que tuvieron lugar en abril de 2014. Aunque el gobierno
estadounidense está fingiendo que quiere ayudar a los iraquíes y derramando
lágrimas de cocodrilo, las verdaderas intenciones de Washington quedaron claras
cuando los funcionarios estadounidenses dijeron a los iraquíes que el Pentágono
podría ayudar a Irak contra el ataque ISIL si el gobierno federal iraquí en
Bagdad era reemplazado o cambiado.
A pesar de las fallas y deficiencias del gobierno federal iraquí, es un
gobierno elegido democráticamente y ha logrado mantener cierto de independencia
en su política exterior hacia países como Irán, Siria, China y Rusia. A Estados
Unidos no le gusta eso y los crecientes vínculos de Bagdad con estos países.
Estados Unidos se vio especialmente molesto por el hecho de que Bagdad
se negara a unirse a la campaña estadounidense de cambio de régimen contra el
gobierno sirio. Debido a esto, el gobierno estadounidense está utilizando de
forma encubierta al ISIL para impulsar un cambio de régimen en Irak a través de
una estrategia simultánea de ataques insurgentes, promoción de las divisiones
sectarias, y presión política estadounidense.
Por último, el gobierno estadounidense y sus aliados han estado
tratando de presentar una narrativa sectaria para ocultar la naturaleza y los
orígenes del ISIL y su verdadero ataque a Irak. Al pintar el cuadro como una
guerra civil sectaria entre musulmanes shiíes y suníes, y haciendo todo lo
posible para que esta sea una realidad, Washington y sus aliados están
blanqueando su participación en la creación del ISIL y su uso como un activo o
instrumento estadounidense.
Belicistas como el criminal de guerra británico, Tony Blair, ex primer
ministro de Gran Bretaña, que ayudó a invadir y ocupar ilegalmente Irak en
2003, y Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch que ha exigido
al gobierno estadounidense lanzar una guerra contra Siria, tuvieron incluso ela
osadía de reclamar simultáneamente el 14 de junio 2014 que el ataque a Irak por
parte del ISIS es el resultado de “no lanzar una guerra contra Siria”.
![]() |
Combatientes chiítas turcomanos iraquíes participan en un despliegue de
seguridad intensivo en la ciudad de Taza, al sur de la ciudad petrolera de
Kirkuk, 19 de junio de 2014. (Reuters)
|
Combatiendo la falsa disputa entre shiíes y suníes
No sólo es importante exponer a las personas y organizaciones que están
tratando de pintar los acontecimientos en Irak como algún tipo de conflicto
sectario desprovisto de participación extranjera, sino que los que están
tratando de presentar los eventos como un conflicto shií-suní necesitan ser
corregidos, si es que son ignorantes, mentirosos o propagandistas.
El gobierno federal iraquí no es categóricamente un “gobierno shií” y
el ISIL no es una organización “suní”. Cualquier persona con una comprensión
básica de la configuración del gobierno federal iraquí y el gabinete de Nouri
al-Maliki en Bagdad sabe que es demográficamente representativo de la sociedad
iraquí y que, en el ámbito de la fe, está compuesto de musulmanes shiíes y
musulmanes suníes y de árabes, kurdos y minorías étnicas iraquíes, en términos
étnicos.
Observar una lista de los ministros del gabinete y partidos y
trasfondos desestimará las nociones y afirmaciones falsas de que el gobierno federal
de Irak es un “gobierno shií.” Estos hechos, sin embargo, nunca han conseguido
hacerse camino entre las narrativas y los temas de conversación de los que se
refieren constantemente al gobierno federal iraquí como un “gobierno shií.”
En cuanto a la ISIL, la mayoría de sus víctimas han sido musulmanes
suníes. Los soldados iraquíes que los combatientes del ISIL han asesinado no
son exclusivamente los musulmanes que son shiíes. Los combatientes de ISIL
también participan en el combate contra las fuerzas de seguridad del Gobierno
Regional de Kurdistán y las tribus árabes iraquíes que son predominantemente
musulmanas suníes. De hecho, la inmensa mayoría de los musulmanes se niegan a
reconocer al ISIL como musulmán, y mucho menos de ser suníes. De hecho, los
iraquíes han protestado con vehemencia contra la presentación del ISIL como una
“organización suní” y acusaron a los que hacen de intentar sembrar el odio
entre los musulmanes y los iraquíes.
No debe existir ningún error al respecto; Estados Unidos está
utilizando al ISIL para desestabilizar a Irak con el objetivo de controlar al
gobierno federal iraquí en Bagdad y para debilitar a Irán y Siria. Puesto que
Estados Unidos y sus aliados han fracasado en Siria, ahora están dándole
atención a Irak nuevamente.
*Mahdi Darius Nazemroaya es sociólogo, autor
galardonado y analista geopolítico
NOTAS RELACIONADAS
¿IDIOTAS O GENIOS?
LAS DOS RUSIAS
ASSAD: EL TERRORISMO SE VOLVERÁ CONTRA LOS QUE LO HAN PATROCINADO
TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario